El GNC cuesta en promedio entre un 50% y 70% menos que la nafta, en términos de costo del combustible, además el rendimiento es mayor ya que un metro cúbico permite recorrer la misma distancia que con 1.13L de nafta. Como el GNC se quema completamente reduce el mantenimiento del vehículo alargando los tiempos de recambio de aceite, filtros y bujías, lo cual implica también un ahorro de dinero.
Es un combustible limpio que puede mejorar sensiblemente las condiciones ambientales, disminuyendo la creciente contaminación urbana debido a una menor emisión de gases tóxicos y contribuyendo menos que la nafta al efecto invernadero. Las emisiones de monóxido de carbono en vehículos con GNC son aproximadamente un 70% menores que las de vehículos a nafta. A su vez el dióxido de carbono producido es un 20% menos que los vehículos convencionales.
Cuenta con mayor número de octano que las naftas (RON 125 contra 90), produciendo una combustión más completa. El aceite que lubrica la planta motriz resulta menos contaminado por lo que aumenta los intervalos entre cambios de aceite. No forma sedimentos manteniendo las bujías limpias; no lava las paredes de los cilindros del motor, permitiendo una mejor y efectiva lubricación.
La naturaleza gaseosa del combustible elimina la acción de barrido del lubricante en los cilindros durante las fuertes aceleraciones, con la ventaja de reducir el desgaste por abrasión de las superficies metálicas. El motor presenta una gran elasticidad de funcionamiento con aceleraciones sin irregularidades ni detonaciones (pistoneo) aún a baja velocidad en directa.
La instalación no anula la propulsión a nafta dado que el sistema de colocación de equipos de GNC permite su uso dual. El conductor desde el interior de su unidad, sin necesidad de descender del vehículo o detener el motor, puede pasar de un combustible a otro por el simple accionar de una perilla o botón.
Los vehículos equipados con GNC son más seguros. A diferencia de la nafta, el gas se disipa a la atmósfera en el evento de un accidente, en cambio la gasolina se acumula en el suelo, creando un riesgo de incendio.
Los cilindros de almacenamiento de combustible usados en los vehículos a GNC son mucho más resistentes que los tanques de naftas. El diseño de los tubos de GNC exige que se sometan a una serie de ensayos de resistencia y tracción exigidas por las normativas de seguridad, tales como extremas variaciones de temperatura y presión, resistencia al impacto de armas de fuego, colisiones y fuego.
Los sistemas de combustible de los vehículos a GNC son "sellados", lo que impide cualquier derrame o pérdidas por evaporación. Aunque ocurriera una fuga en un sistema de combustible de un vehículo a GNC, el gas natural se disipará a la atmósfera porque es más liviano que el aire.
El gas natural tiene una temperatura de ignición alta, alrededor de 650°, comparado con la nafta que ronda los 350°. No es tóxico o corrosivo y no contaminará el agua subterránea. La combustión del gas natural no produce cantidades significativas de aldehídos u otras toxinas aéreas, las que son motivo de preocupación con la gasolina y algunos otros combustibles alternativos.
El gas natural es un combustible abundante, fácilmente disponible. Argentina cuenta hoy con 332,217 MMm3 de reservas comprobadas de gas natural y ciertas cuencas se encuentran actualmente recién en el inicio de su exploración.
Para contraponer los grandes beneficios que aporta el uso del gas natural comprimido en la propulsión de vehículos se pueden destacar dos desventajas principales, por un lado tiene un costo de inversión inicial grande, el cual se recupera rápidamente en un año de uso por el gran ahorro en combustible que conlleva usar GNC y el incremento constante de los precios de otros combustibles fósiles. Además de esto las múltiples facilidades de pago que ofrecen las empresas que comercializan e instalan los equipos de GNC hacen que prácticamente la inversión se pague sola.
La segunda desventaja principal es la reducción del espacio de carga del vehículo y el incremento de peso en el mismo. Esto se da por el tubo que se debe incorporar para almacenar el gas el cual generalmente se sitúa en los baúles de los autos de ahí la reducción del espacio de carga. Esto no es absoluto ya que en muchos vehículos y dependiendo del tanque que se vaya a colocar se puede poner debajo del chasis.
La cuestión del peso tampoco es mucha ya que los tanques que se están instalando son de acero liviano, aproximadamente pesan 1kg por cada litro de capacidad, un tanque de 65 litros pesa aproximadamente 65 kg y si se tiene en cuenta que tendremos una cantidad mínima de nafta en el tanque, el sobrepeso no será mayor a 25 o 30 kilos.
